Tras ocho años de investigación continuada, la Universidad de Alicante ha concluido la campaña de excavaciones arqueológicas en las Termas Orientales del yacimiento de La Alcudia (Elche), en el marco del proyecto Patrimonio Virtual-ASTERO, que se ha desarrollado bajo la dirección de Jaime Molina Vidal, catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Alicante (UA) y los investigadores de la UA J. F. Álvarez Tortosa, Marcos Rodríguez Barbieri y Manuel Castillo Cañadas. Este ambicioso proyecto, desarrollado desde 2017, ha permitido documentar uno de los complejos termales más imponentes de la antigua colonia romana Iulia Ilici Augusta, así como importantes avances en el conocimiento del urbanismo y la ocupación pre-romana del enclave.
El yacimiento de La Alcudia alberga los restos de la antigua ciudad romana de Ilici, una colonia de gran relevancia en el sureste peninsular, ubicacada entre Carthago Nova (Cartagena) y Valentia (Valencia), con una doble fundación en la segunda mitad del siglo I a.C: la primera decidida por Julio César y realizada tras su muerte y la segunda, de época del emperador Augusto que repartió tierras a soldados veteranos de las Guerras Cántabras.
“Gracias a este ciclo de ocho años de excavaciones hemos descubierto uno de los edificios públicos más importantes, las termas orientales de la ciudad, un conjunto de enormes dimensiones, de los mayores conjuntos termales hallados en el ámbito valenciano de la antigua Hispania romana, con un gran lujo, con pavimentos de mosaicos, con unas dimensiones extraordinarias, demostrando el esplendor de la ciudad en esa época, en el siglo II después de Cristo””, declara Jaime Molina.
Por su parte, el vicerrector de Investigación de la Universidad de Alicante, Juan Mora Pastor, ha señalado su satisfacción por los excelentes resultados del proyecto ejecutado por el equipo del profesor Molina: “Durante todo este tiempo, los investigadores del Instituto de Investigación Arqueológica y Patrimonio Histórico de la UA (INAPH) han trabajado con rigor, compromiso y vocación de servicio público para conocer, estudiar, recuperar y proteger un conjunto patrimonial de enorme valor como son las Termas Orientales de Ilici. Este esfuerzo colectivo no solo ha generado conocimiento científico de primer nivel, sino que ha devuelto a la sociedad un pedazo esencial de su historia.”
Las Termas Orientales, con una extensión de 1.300 metros cuadrados, fueron construidas en un momento de auge económico y demográfico de la ciudad. El complejo incluye estancias frías (frigidarium) con una de las mayores piscinas (natatio) conservadas de Hispania, salas templadas (tepidarium), calientes (caldarium), sauna (laconicum) y vestuarios (apodyterium). Entre sus principales tesoros destaca la presencia de dos impresionantes mosaicos: uno imitando placas de mármol y otro con ricos motivos vegetales de hojas de acanto, flores y roleos.
Durante los siglos III y IV d.C., las termas sufrieron un progresivo deterioro y abandono, probablemente vinculado a problemas socioeconómicos y al descenso poblacional. No obstante, en los siglos finales del Imperio Romano, se acometieron restauraciones parciales que redujeron su tamaño y funcionalidad, hasta su abandono definitivo entre los siglos V y VI d.C.

Barrio íbero
Además del complejo termal, el equipo arqueológico ha excavado un importante tramo de calle de 55 metros de longitud, con su alcantarillado, accesos a edificios y pavimentación. Este hallazgo permite reconstruir parte de la red viaria de Ilici y rastrear su transformación desde época ibérica hasta la etapa visigoda.
Uno de los descubrimientos más sorprendentes ha sido la detección, bajo los niveles romanos, de un barrio íbero datado en el siglo III a.C, lo que indica las extraordinarias dimensiones del establecimiento ibérico antes de la creación de la colonia romana.
La campaña de 2025 pone fin al ciclo de excavaciones financiado por la Universidad de Alicante y con apoyo económico del Ayuntamiento de Elche. El futuro del proyecto queda ahora en manos de nuevas autorizaciones administrativas y del compromiso institucional para su protección y puesta en valor.
Por el momento, se ha procedido a proteger los restos visibles mediante mallas antihierba y gravas de colores, permitiendo que el público pueda visitarlos libremente en superficie, a la espera de futuras cubiertas protectoras.
“Ahora comienza una nueva etapa, centrada en la publicación científica de los resultados y en la musealización del conjunto arqueológico, para que la ciudadanía pueda conocer y disfrutar de este patrimonio único”, concluye Molina.
Contiene:
– Imágenes de las termas, del equipo trabajando y del equipo junto al vicerrector de Investigación, Juan Mora.
– Declaraciones de Jaime Molina Vidal, catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Alicante.
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