La apoteósica coronación de la Virgen de la Asunción ha puesto este viernes el broche de oro al segundo acto del Misteri d’Elx, la Festa, culminando así la jornada más importante de las fiestas en honor a la Patrona. La emoción, la devoción y el entusiasmo se funden en Santa María con el intenso calor reinante para configurar un momento único y a la vez ancestral, en el que el pueblo ilicitano se hace uno con su Mare de Déu y los cantores que intervienen en la representación.

La jornada festiva ha tenido su inicio  con la procesión-entierro de la Mare de Déu, que ha recorrido el itinerario tradicional por el centro histórico de la ciudad, con los cantores ataviados con sus vestimentas escénicas, portando la yacija con la imagen yacente de la Virgen y entonando el salmo In exitu Israel d’Egipto. Por primera vez ha salido a la calle el nuevo palio encargado y donado por el alcalde, Pablo Ruz, al Patronato del Misteri.

El paso de la comitiva ha sido saludado con el disparo de varias tracas a lo largo del itinerario. La procesión ha contado en la presidencia eclesiástica del obispo de la Diócesis, José Ignacio Munilla, que ha oficiado la solemne misa posterior y ha presenciado por la tarde la Festa.

Una representación en la que, como sucedió la jornada anterior con la Vespra, la emotividad y el fervor han estado a flor de piel en los cantores, como corresponde con la trascendencia de la jornada, y pese a ello han brillado en todos y cada uno de los cantos de este segundo acto del drama asuncionista.

Hasta llegar al momento culminante, en el que la Virgen es coronada en su subida en cuerpo y alma al cielo simulado en la cúpula de la Basílica, entre una lluvia de oropel, la atronadora cohetería, el repique de las campanas, el tutti del órgano, los vivas a la Mare de Déu y las inevitables lágrimas en las mejillas de muchos de los espectadores que han abarrotado el templo, además de ocupar cualquier resquicio dentro y fuera con posibilidad de visión. El júbilo popular ha desembocado en una apoteósica manifestación de fervor mariano en el momento en que la corona se ha posado en la cabeza de la imagen de la Virgen, y posteriormente en su llegada al cielo con el canto del Gloria Patri.Con ello se pone fin a las exitosas representaciones del ciclo agosteño del Misteri d’Elx, que han tenido una especial significación al celebrarse el Año Jubilar con motivo del 75 aniversario de la proclamación del Dogma de la Asunción por el Papa Pío XII. Una celebración que ha motivado la organización de representaciones extraordinarias también este otoño, pese a no ser año par. Serán los días 24 y 25 de octubre, a las 21.30, y el 31, a las 20.30 horas, todas ellas completas y con entrada de pago. El 1 de noviembre, a las 10.00, se representará la primera parte, la Vespra, y  a las 17.00, la segunda, la Festa, con entrada libre.