La Biblioteca Municipal de Alcoy ha recibido por donación de Neus Ferrer Arnau un ejemplar de la edición original de la «Historia religiosa de Alcoy», obra escrita por el capellán alcoyano José Vilaplana Gisbert y editada en la imprenta de Francisco Botella Silvestre, en 1892. Este trabajo enciclopédico del P. Vilaplana Gisbert fue premiado en el Certamen Literario del 26 de abril de 1890 y recibió como galardón «una estatua ecuestre, de plata, de San Jorge Mártir».

La Biblioteca Municipal conserva otro ejemplar coetáneo, procedente de la biblioteca personal de quien fue cronista oficial de Alcoy, Rogelio Sanchis Llorens, pero con una cubierta diferente, seguramente posterior al año de edición.

El ejemplar que se ha donado tiene varias particularidades. En primer lugar, conserva la encuadernación holandesa de finales del siglo XIX, con el nombre del autor y el título de la obra grabados en el lomo con letras doradas. La encuadernación holandesa es una técnica de encuadernación en que se utiliza piel para el lomo y las puntas de las tapas, mientras el resto de las tapas se encuadernan con un papel decorado. En este ejemplar, la piel de las puntas ha desaparecido, pero sí que se conserva el lomo en buen estado.

Las otras dos particularidades del libro aparecen en la portada y en una página interior: un exlibris y la dedicatoria del autor a su amigo, el jesuita José Barrachina. El exlibris lleva una leyenda en latín: DOMUS PROBATIONIS GANDIENSIS. Todo esto hace deducir que el P. Barrachina era el jesuita alcoyano P. José Barrachina Carbonell, que había sido encargado por la Orden de dirigir la casa de probación o escuela de novicios de Gandia, fundada en 1894. Posteriormente, Barrachina fue enviado al Real monasterio de Santa María de Veruela (Aragón) para hacerse cargo también de la escuela de novicios, acompañado de otro alcoyano, el P. Eduardo Vitoria. El alcoyano P. Barrachina fue un hombre muy considerado entre los jesuitas, quienes le confiaron entre 1903 y 1909 la dirección de las misiones en Chile y Argentina.

«Este tipo de donaciones son fundamentales para conservar la memoria bibliográfica de Alcoy y refuerzan el papel de la Biblioteca como centro de conservación y difusión de nuestro patrimonio cultural», ha destacado el concejal de Patrimonio Cultural, Ignacio Trelis.