Ada Soriano no considera prolífica su trayectoria. Empezó pronto a escribir, pero no bien. Cuando superó su adolescencia, y después de tirar muchos poemas pertenecientes a esa época, fue consciente de lo que significaba estar para la poesía. Escribe despacio porque afirma que no tiene prisa. Valorar el futuro sería una imprudencia, aunque confiesa que está reuniendo toda su poesía en un volumen que ha llamado Poesía Reunida, y eso es lo que quiere dejar. “Estoy volviendo otra vez a mis poemas, haciendo los cambios necesarios, y eso es importante para mí, no sé si de cara a los lectores, pero sin llegar a la tremenda neurosis en la que cayó Juan Ramón Jiménez”.
Cuando finalizó el bachiller trabajó como administrativo en distintas empresas porque era consciente de que no iba a poder vivir de la poesía. A ella le hubiera gustado más haber trabajado de profesora de música para la infancia. “Tenemos derecho a soñar despiertos”, señala.
Ella es de Orihuela y reside en su ciudad natal, incluso nació en un lugar de referencia que fue el Palacio de Sorzano donde vivió sus tres primeros años junto a sus padres.
Pregunta: Tu trayectoria literaria y poética es importante. 9 poemarios (2 plaquetas y 7 libros) que van de Luna esplendente o sol que no se oculta (Empireuma, 1993) hasta Línea continua que se editará en los próximos meses. ¿Cómo es posible escribir tanto en 20 años, sin probablemente no repetirte por el contenido, el estilo o los deseos…?
Respuesta: No he escrito tanto. Llegué a estar sin publicar durante 10 años, de 2000 a 2010, porque estuve inmersa en una larga temporada de sequía provocada, entre otras, por la crianza de mis hijos así como por la edición de la revista Empireuma en la que mis compañeros y yo estábamos más pendientes de publicar de los demás que de nosotros mismos. Y eso fue fantástico. La sequía me parece necesaria.
Aunque sin fecha concreta, como decías, en los próximos meses presentaré mi nuevo poemario “Línea continua” en Orihuela.
P: En tu poesía, te quedas con el gran tema del amor, o en cambio paseas por la incertidumbre o los miedos, o abordas también grandes temas como la muerte, tu futuro, tu propia vida humana…
R: Me preguntas por los temas, y yo me pregunto cuál es el tema. No concibo la vida sin la muerte, la alegría sin el dolor o el amor sin el desamor, etc.
Aunque hay quienes podrían tirarme piedras por lo que voy a decir, ocurre que no considero la poesía como un género sino como algo que está en todas partes y es inextinguible. A pesar de las contradicciones que la poesía me crea no puedo evitar la tentación porque la amo y la odio, ya que me conduce por las escaleras del miedo y me hace rodar por el suelo resbaladizo de los toboganes. A temporadas huye de mí o se acerca demasiado, y me susurra, y me obliga. No puedo cortar el cordón que me une a ella.
La poesía -esto ya lo dije en una ocasión- es una compañera que lo mismo se comporta como una buena amiga que como una hija de puta. No la considero un género sino algo extraño que me arrastra, una fe. Cuando todo se desmorona soy consciente de que queda la poesía. No la considero una tabla de salvación, ni mis poemas ejercicios de supervivencia, pero me ayuda a persistir.
P: También te han traducido al inglés, pero sobre todo al rumano, una lengua muy cercana por tener los mismos orígenes latinos.
R: Poemas sueltos en Rumano que se publicaron en el periódico Comtemporanul de Bucarest. Más en inglés. De hecho, me sorprendí cuando me publicaron en la revista Sudafricana NEW COIN, a través del hispanista sudafricano Geoffrey Holliday, una buena parte de mi primer libro traducida.
P: En tu trayectoria creadora me interesa hacer hincapié en tu trabajo con medios literarios como son y fueron la revista de creación literaria Empireuma de Orihuela de la que fuiste codirectora (con 21 años, muy joven) y la revista socio-cultural La Lucerna (en 1991) de la que fuiste fundadora. Que te aportó y que pudiste dar a estos proyectos que encabezaste.
R: La que más me aporto fue Empireuma, sin lugar a dudas, porque me permitió tomar conciencia de lo que significaba ser en la poesía y para la poesía. Mis primeros poemas los publiqué en esta revista, en el número 7, en 1986. Esta iniciativa me permitió conversar con poetas contemporáneos que venían a visitarnos a Orihuela. La Lucerna estuvo bien pero no me cautivó tanto a pesar de que también trabajé en ella con entusiasmo. Recuerdo que homenajeamos a Miguel Hernández o a Gabriel Miró, por poner algún ejemplo. Pero Empireuma voló más, incluso internacionalmente. Mientras sirva de algo lo que yo diera, bien está.

P: Fue el pasado viernes 17 de junio, en la Biblioteca Pública Municipal “María Moliner” de Orihuela, cuando presentaste el segundo volumen de No dejemos de hablar 2, creado por ti con 24 entrevistas a poetas publicado por la editorial madrileña Polibea ¿Segundas partes pueden ser también buenas tras tres años después de la primera entrega?
R: Buena pregunta, porque se dice que las segundas partes no son buenas. Ocurre que yo no veo aquí una segunda parte, sino un volumen, que complementa al anterior, es decir, un enlazamiento. No paré de escribir hasta acabarlo. No los concibo por separado porque ambos forman un solo cuerpo. Además, están publicados en la misma editorial que tan dignamente dirige Juan José Martín Ramos. Él me invitó a este acontecimiento, y me animó.
P: Esta obra se lo juega casi todo con el género de la entrevista, donde la palabra coge todo su rumbo en un diálogo cercano que nace desde la curiosidad pero también desde la conciencia del ser. Un ejercicio dialéctico que permite descubrir hechos y hazañas que pueden ser de interés para cualquiera de los públicos lectores.
R: Debemos tener en cuenta si se considera como género la entrevista literaria. Para mí, como he declarado recientemente, sí lo es. No es novela, relato, ensayo… Es diálogo y convivencia. Ha sido una verdadera pasada el haber podido conversar con tan buenos e interesantes poetas. Merece la pena acercarse a ellos, a sus convicciones.
P: Como colofón a cada entrevista se reproduce un poema del autor o la autora seleccionados, una feliz idea del editor, que le otorga al libro categoría de antología poética. Un buen regalo.
R: Llevas razón. La idea del editor fue estupenda porque da la oportunidad de ofrecer a los lectores una breve muestra lírica de cada autor o autora. De alguna manera, también adquiere categoría de antología poética. Es cierto, aun no tratándose de una antología sino de un libro de entrevistas a poetas en el que se habla, pues, de poesía, de la vida: pandemia, feminismo, política… Pero, como he mencionado, con un tema central: la poesía.
P: Este libro, me atrevo decir aunque no lo he leído todavía, es un compromiso por tu parte, es un compromiso radical con la poesía, una vez más.
R: Sí, de forma generalizada, con las voces de otros poetas. Me hago cómplice. De algunos he leído su obra completa. Entrevistar es más difícil de lo que parece pero me encantó hacerlo porque sentí una comunicación muy directa con los poetas y la poesía misma.
P: Orihuela, verdad, es una tierra de poesía, y no solo porque tenemos un gran referente que es el propio Miguel Hernández.

R: Orihuela es conocida como una ciudad que ha tenido y sigue teniendo poetas. A mí me parece esencial que se reivindique la figura y la obra de Miguel Hernández. A Gabriel Miró, en cambio, no se le tiene tan en cuenta. Tenemos que cuidar a los poetas actuales vivos, no cuando hayan muerto. Recientemente he escrito para una colaboración que me han pedido, “que Orihuela goza actualmente -y desde hace años- de una variada amplitud de voces poéticas. Si no ponemos la mirada en el presente, en este “ahora”, nos quedaremos anclados en un “ahora anterior” (…) Hay que abrir el abanico.
P: Cómo ves el género de la poesía en la actualidad en nuestra provincia. Qué crees que se hace positivamente y a qué no le dedica ni un minuto, por quien corresponda.
R: En la provincia de Alicante hay buenos poetas y hemos desarrollado obras interesantes como es el reciente volumen antológico de Poetas en el Puente de los Espejos, publicado el pasado diciembre y de la autoría de Esther Abellan.
P: ¿Cuáles son los futuros proyectos literarios que todavía no nos has contado?
R: He quedado satisfecha con la edición de No dejemos de hablar y el editor me ha propuesto un tercer volumen. En este momento ni me lo planteo por distintas circunstancias personales pero tampoco lo descarto porque podría ocurrir. Igualmente, cuando acabo un poemario, creo que ya no habrá más. Al cabo de un tiempo, cuando menos lo espero, las musas, o lo que sea, me persiguen y vuelve a florecer la poesía.
P: Para concluir qué te gustaría resaltar.
R: Me siento tan unida al mundo como separada del mundo. Siento que en mi vida hay dos caminos paralelos que se cruzan, me agitan, me hacen vibrar, me conmueven, me emocionan… Hay una especie de confusión que deviene en fusión. Mis pies pisando tierra firme y mis manos elevándose. Toda una cruz.
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