El Museo Arqueológico de Elda (MAE) ha seleccionado como pieza del trimestre una de las joyas más singulares de su colección: la Gran Lámpara Romana de El Monastil, un excepcional ejemplo de la sofisticación y riqueza de los sistemas de iluminación en época romana. Esta pieza única, considerada hasta la fecha sin paralelo en todo el antiguo Imperio Romano, puede contemplarse en la sala dedicada al proceso de romanización del museo.

El director del Museo Arqueológico de Elda, Antonio Poveda, realizará una exposición de esta nueva pieza el miércoles 18 de junio, a las 19:30 horas en la sala de exposiciones del MAE. 

Desde el descubrimiento del fuego en la prehistoria, la humanidad ha buscado formas de controlar y transportar la luz. Fue en el III y II milenio a.C. cuando comenzaron a fabricarse lámparas cerámicas portátiles. Civilizaciones como la fenicia y la griega perfeccionaron este utensilio, hasta que los romanos lo adoptaron y difundieron bajo el nombre de ‘lucerna’, generalizándolo por todo el Mediterráneo.

El hallazgo de esta extraordinaria lámpara tuvo lugar en el año 1989, durante una excavación en el yacimiento de El Monastil, de la mano del entonces director del MAE, Antonio M. Poveda Navarro. Allí se documentó una alfarería romana de época de Augusto y Tiberio, con tres hornos cerámicos y moldes utilizados para producir lámparas. Uno de estos moldes incluía el nombre de su propietario, Lucius Eros, lo que permitió conocer al artesano responsable.

La pieza ahora restaurada y expuesta destaca por su tamaño y complejidad: con más de 20 piqueras o ‘candelas’ –pequeños orificios por los que se introducían mechas empapadas en aceite– y varios infundibula (tubos de llenado), se trata de una lámpara polilychnis o polimixus, pensada para iluminar grandes espacios públicos o privados. Su diámetro, de aproximadamente 50 centímetros, y su estructura en forma de rueda con un asa superior, sugieren que estaba diseñada para colgarse del techo.

Su singularidad es tal que solo se conocen otros dos ejemplos comparables en todo el territorio del antiguo Imperio Romano, uno de ellos procedente del sur de la Galia. La restauración de la pieza fue realizada en 2020 por Eva Mª Mendiola Tebar, uniendo dos fragmentos de lámparas halladas en el horno, para ofrecer una visión comprensible de su función y forma original.

El concejal de Cultura y Patrimonio Histórico,  Iñaki Pérez Rico, ha subrayado “la enorme importancia de este hallazgo para el conocimiento de nuestra historia local y su conexión con el mundo romano. Este tipo de descubrimientos nos sitúa en el mapa de la investigación arqueológica internacional”. Además, ha remarcado el compromiso del Ayuntamiento de Elda con “la puesta en valor del patrimonio histórico, impulsando iniciativas que permitan conservar, divulgar y acercar al público los tesoros arqueológicos de la ciudad”. 

“Invitamos a toda la ciudadanía a visitar el Museo Arqueológico de Elda, a descubrir esta gran lámpara romana y el resto de una colección que nos ayuda a comprender nuestro pasado. El museo es un espacio vivo, abierto a todos, donde la historia se convierte en una experiencia cercana y enriquecedora”, ha añadido el edil. El museo está abierto en horario de lunes a domingo de 10 a 14 horas y de miércoles a sábado de 17 a 20 horas.